—¿Quién es usted, y por qué ha invadido la morada del Terrateniente? —el hombre agitó su muñeca y envió otra espada inmortal hacia Shen Ying. La espada se detuvo a sólo dos pulgadas de la cara de Shen Ying. El hombre gritó—: ¡Hable!
—Ehm… —Shen Ying respondió vacilante—. ¿Si le dijera que me perdí, me creerá?
—¿Se perdió en la morada de alguien más? —el hombre frunció el ceño aún más profundamente y chasqueó la lengua—. Hmph, lleva un traje negro y acaba de ascender para volverse una Inmortal Terrenal. No crea que no sé por qué ha venido.
—Bien… —este solo un traje negro normal.
—Le aconsejo que se vaya rápidamente y deje ir cualquier idea que tenga sobre la Torre Pesada, o sea…, no me culpe si soy despiadado.