Yi Qing y Lonemoon, con los tres patriarcas a la rastra, rechazaron a sus atacantes al retirarse. El tiempo pasaba. Ya no tenían idea de cuánto tiempo llevaban en la pagoda. Finalmente, encontraron una posibilidad de regular sus meridianos. Sin embargo, los tres patriarcas estaban en mal estado, en parte debido a las heridas que recibieron cuando despertaron, pero principalmente porque habían pasado demasiado tiempo atrapados en el hechizo de las Tribulaciones de Demonio Mental, haciendo que sus fundaciones se dañaran. El Qi Espiritual en su cuerpo se había disipado casi por completo. Lo extraña era que ni siquiera podían hacer entrar Qi en sus cuerpos.
El Qi circundante era tan denso que era casi palpable, pero parecía ser un falso Qi que no podían llevar a sus cuerpos. Por ende, no les era posible reponerse de sus heridas. Lonemoon pensaba que había una especie de restricción puesta en el Qi.