—Oye —Shen Ying le dio un codazo a al hombre y exclamó—: ¿Qué te pasó? Che…¡Discípulo, no me hagas pasar un susto!
—Maestra … No … no se … preocupe ¡Estoy bien!
¿Cómo podría estar bien? Acababa de vomitar sangre ¡Mierda, todavía vomita!
Shen Ying se puso nerviosa. ¿Acababa de aceptar a un discípulo, pero esta situación se daría sólo una vez ¿Cierto? Ella no tenía idea de cómo curar gente y además no estaba segura de cómo funcionaban las cosas en este mundo. Luego de pensar un momento corrió al bosque, agarró al primer animal cercano que vio salir del Reino Demoníaco y le indicó que buscara a la coneja.
La Reina Conejo fue bastante rápida, a saltos había llegado en menos de 10 minutos.
—¿Gloriosa Inmortal, me buscaba?
—Entra a la cocina… Uhm, es el discípulo —la llamó haciendo una seña.
La Reina Conejo rápidamente manifestó una forma humana y la siguió. Tendido en el piso estaba el discípulo, apenas con algo de respiración, con una bandera de aspecto espeluznante junto a ellos, podría deducir de inmediato lo que había sucedido.
—Gloriosa Inmortal, el aura demoníaca ha invadido el cuerpo del Benefactor y como acababa de regular sus meridianos, no logró deshacerse del aura a tiempo. Además, intentó usar Qi Espiritual a la fuerza para sellar la bandera que emitía el aura demoníaca, haciendo que ésta invada y dañe sus órganos internos, lo que resulta en el daño de su Corazón Dorado.
¿Qué significaba eso? No entendía nada.
—¿Entonces, hay una manera de curarlo?
—Bueno …—la Reina Conejo aún perpleja, sacudió sus orejas y contestó—: Se sabe que el aura demoníaca es muy tóxica para los cultivadores. Ésta ha estado circulando en el cuerpo del Benefactor por mucho tiempo, por lo tanto, será difícil expulsarla a menos que usemos el núcleo interno de un demonio para atraerla fuera de su cuerpo.
—¿Qué es el núcleo de un demonio?
—Antes de alcanzar la sabiduría, cada demonio forma un núcleo demoníaco dentro de sus cuerpos —la Reina Conejo señaló su propio estómago—. Es la base de la cultivación de las razas de demonios. De hecho, un núcleo demoníaco normal no va a funcionar. Sólo puede usarse el núcleo de un demonio de octava etapa o superior.
—Este…—Shen Ying miró el estómago de la coneja, tratando de insinuar algo de manera sutil.
La Reina Conejo tembló y retrocedió un par de pasos, y exclamó:
—¡Gloriosa Inmortal, yo… no puedo hacer eso! Aunque sea una Reina Demonio de décima etapa, una vez que el núcleo demoníaco deja mi cuerpo…, seré coneja muerta.
—Ah…. —Shen Ying sonaba claramente decepcionada.
—Maestra, no debe preocuparse de mí, —dijo Yi Qing apresuradamente, vomitando sangre al mismo tiempo—. Usé mi poder para sellar el Estandarte Devorador de Almas bajo mi propia voluntad. No le concierne a nadie más. Morir después de… haber sido aceptado como su discípulo, yo…¡ya puedo morir sin arrepentimientos!
—Si no puedes hablar, entonces no hables —Shen Ying suspiró y se agachó a su lado, acariciando su espalda para ayudarle a regular su respiración. Fue entonces que recordó algo y dirigió su mirada a la Reina Conejo, preguntando—: Oye, coneja, ¿Cómo es un núcleo demoníaco?
—Puede variar. —la Reina Conejo se encogía y retrocedía con miedo—. Hay diferentes tipos de demonios entre nosotros y nuestras naturalezas también son distintas, por lo que nuestros núcleos internos también lo son. Aunque todos son redondos, los colores por lo general cambian según la naturaleza y los poderes de un demonio.
—Ah…—inclinó su cabeza en un aturdimiento momentáneo—. ¿Todos se desarrollan en el estómago?
La Reina Conejo asintió y contestó:
—Sí, por lo general se localizan en la región Dan Tian.
—En este caso…—una idea pareció pasar por su cabeza. De repente, se dirigió a la cama a su lado y se metió bajo ella, dejando ver solo sus pies. Por un rato sólo se escuchaba como se revolvían cosas, hasta que la mujer salió con un saco enorme y se lo lanzó a la coneja.
—Echa un vistazo. ¿Se parecen a esto?
Perpleja, la Reina Conejo trató de abrir el saco, éste se le soltó y casi la mitad del contenido de la bolsa cayó al piso. Varias 'perlas' de diferentes tamaños y colores de todos los tonos, incluyendo rojo, negro, azul, etcétera, caían y rodaban por el piso.
—¡Son… son núcleos de demonio! —la coneja estaba completamente en shock. —Estos…—había demasiados, un saco tan enorme debía contener miles de núcleos.
—Oh, las encontré cuando capturé a todos esos demonios y me las quedé porque brillaban. —Shen Ying siguió explicando—. No tengo luces, así que pensé que los podría usar para iluminar mi casa. Pero estas perlas duraron apenas uno o dos días antes de que perdieran su brillo —por eso, inconscientemente había acumulado aquel montón de núcleos.
La Reina Conejo mantuvo un momento de silencio estupefacto
—…—¿¡Cuántos demonios habría matado?!
Pero luego recordó situación del día de la congregación de demonios, y recobró su calma otra vez.
—¿Entonces, sirven?
—¡Útiles, muy útiles! —la Reina Conejo asintió inmediatamente. Era mucho más que útil. Todos estos núcleos de demonio hacían que el cuerpo de la Reina Conejo se remeciera con tal entusiasmo que sus patas temblaban. Los demonios nunca habían vivido exactamente en paz unos con otros; las matanzas eran cosa de cada día, todo con el objetivo de tener el núcleo del contrario. El consumir el núcleo interno de otro demonio era muy beneficioso para su cultivación, pero la mayor parte éstos prefieren auto implosionar para no dejar sus núcleos al morir. Además, una vez que un demonio estaba muerto, su núcleo se daña si no es extraído de su cuerpo dentro de 15 minutos. Y, aun así, el suelo de la casa estaba lleno de núcleos de demonio intactos… tantos…¡Demasiados!
Σ (°△° |||)
La Reina Conejo no podía evitar sentir envidia. Si tan sólo pudiera quedarse uno o dos sería genial. Se obligó a sepultar tal pensamiento, pues era muy codicioso. Recogió un núcleo demoníaco de octava etapa y se acercó a Shen. —Gloriosa Inmortal, con este bastará, —dijo la coneja seriamente, incluso cuando no podía evitar echar un vistazo con el rabillo del ojo a los núcleos de demonio en el suelo. La tentación era demasiado grande.
—¿Y cómo se hace? —preguntó Shen Ying.
—Quítele la ropa y coloque el núcleo en su pecho.
Shen Ying hizo rápidamente lo que se le indicó. En el momento que el núcleo fue colocado, el cuerpo de Yi Qing comenzó a emanar una especie de niebla que flotaba hacia perla. En 15 minutos, el aura demoníaca en su cuerpo se había limpiado completamente.
Yi Qing trató de moverse y se dio cuenta que el dolor había desaparecido. El Qi Espiritual en su cuerpo también había comenzado a regularse y a curar sus meridianos.
—¡Gracias, Maestra! —inmediatamente se arrodilló y se postró ante ella.
Shen Ying dio un suspiro de alivio mientras lo ayudaba a levantarse.
—Mientras estés bien... —había pasado un susto terrible ya que creyó que iba a tener que seguir comiendo comida de cerdo por la eternidad.
—Gloriosa Inmortal, ahora que el Benefactor está bien, me retiro.
—¡Ah, gracias por el esfuerzo!
—Gracias, Reina Demonio.
Cuando la Reina Conejo estaba a punto de dejar la casa, usó todo su poder para contenerse de volver a mirar al suelo. "No lo hagas, No lo hagas", pensó la coneja. Éstos son artículos que pertenecen a la Gloriosa Inmortal, podría vivir para verlos, pero no podría vivir para disfrutar de ellos.
—¡Espera! —Shen Ying le gritó de improviso.
La Reina Conejo tembló y su corazón se apretó. ¿No puede ser, cómo podría haberse dado cuenta?
Shen Ying se inclinó, agarró un manojo de aquellas 'perlas' del piso y se apresuró a entregárselas.
—¡Veo que te gustan mucho estas perlas, así que son tuyas! Tómalas como un regalo de agradecimiento por enviarme comida todos estos días.
Estupefacta, la Reina Conejo miró sin expresión alguna las docenas de núcleos de demonio que procedían de demonios de varios niveles. Sintió una gran calidez en su interior, casi rompió en llanto.
—Gloriosa… Gloriosa Inmortal…
—Es tarde, vuelve a casa y duerme —tocó su pelaje y dijo—. ¿No ibas a hacer más bebés? Regresa temprano y ten un buen descanso.
—Gloriosa Inmortal…—la Reina Conejo sólo sentía gratitud. Frotó su nariz ya que sentía un nudo en su garganta, y luego soltó—: ¿Gloriosa Inmortal, le gustan los conejos pequeños? Aquellos recién nacidos. ¿Le parece si le doy unos cuantos después de que nazcan?
Sin encontrar un modo de expresar su gratitud, la coneja consideró comprometer un matrimonio con ella.
—No es necesario. —sacudió su cabeza y siguió—: Me gusta comer conejos, pero no criarlos ni cuidarlos.
—…
-_-|||
Ese momento de gratitud debió haber sido una ilusión ¡Era una ilusión!