Cuando Yi Qing despertó, puso percibir que seguía tirado en aquel patio, exactamente en la misma posición que tenía al perder la conciencia. Debido a la gravedad de sus heridas y su visión borrosa, sólo podía ver vagamente los contornos de dos figuras, una gris y una blanca, parecía que conversaban. La figura blanca era enorme, proyectaba una débil aura demoníaca.
¿Había demonios aquí? No podía evitar preocuparse; no por él mismo, sino que por la muchacha se había encontrado anteriormente. ¿Estaba bien? Pero el agotamiento era demasiado y en poco tiempo volvió a perder el conocimiento.
La segunda vez que despertó, seguía ahí, su posición no había cambiado. Se sintió mejor esta vez y podía oír vagamente un par de voces.
—¡Gloriosa Inmortal Shen, estoy aquí de nuevo! ¡Venga a ver, le he traído la comida más deliciosa en todo el Reino Demoníaco!
—¿Zanahoria?
—Así es, y es tan jugosa como sabrosa. Sólo mire el color y el contenido de agua. Es de la clase favorita para nuestra especie.
—Er… como lo había pensado, si tan solo eres un conejo. ¿Podrías cambiarla por algo más?
—Si así lo desea, Gloriosa Inmortal, ningún problema, ¡Gloriosa Inmortal! Gloriosa Inmortal, ¿Desea algo más?
—Sí, algo más. Podrías …
No pudo averiguar de qué se trataba; pues se había desmayado otra vez.
La tercera vez que despertó, seguía tirado en el patio. Sí, todavía en la misma posición. - _ - |||
Esta vez finalmente pudo recobrar sus facultades mentales. Por fin pudo voltear su cabeza e identificar la figura gris. Era la muchacha de la noche anterior, y parecía que estaba…¡cavando un agujero en la tierra!
—…
—¡Ah, sigues vivo! —dijo la mujer con un largo suspiro.
A Yi Qing le pareció por un instante que la mujer estaba decepcionada. ¿Pero por qué estaría decepcionada? ¿De que todavía estuviera vivo?
Antes de que pudiera pensar más en ello, vio que había subido del agujero, que le llegaba hasta la cintura. Tenía algo en su mano que acercó a la boca de Yi Qing. En un tono casual le preguntó, —¿Tienes hambre? ¿Quieres comer?
Al echar un vistazo, Yi Qing vio, para su sorpresa, que lo que le ofrecían ¡Era un rarísimo Ginseng de Hielo de diez mil años! Al parecer había pensado demasiado las cosas, ya que esta clase de preciada hierba, que podía curar y restaurar los meridianos en el cuerpo, era rara de encontrar hasta en las Seis Escuelas y Tres Sectas. ¡Y ella se lo había dado para curar sus heridas sin chistar! Esta muchacha tenía un gran corazón.
Dudó en aceptarlo ya que sintió que no era capaz de devolver tal acto de bondad. Sin embargo, en su estado lamentable, realmente lo necesitaba. Después de meditarlo, finalmente asintió y dijo, —Gracias.
Lleno de gratitud, bajó su cabeza y masticó el Ginseng del Hielo de diez mil años en la mano ajena, hasta que ya no quedaba más. Casi inmediatamente, el Qi Espiritual en su cuerpo comenzó a recuperarse, y sus meridianos cortados comenzaron a revitalizarse.
Shen Ying miraba en silencio. Este hombre había estado tirado en patio sin moverse por muchos días. Al principio, pensaba que estaba muerto ya que ni respiraba. Pero tenía su lado perezoso, y como no quería darse la molestia de sacarlo, decidió dejarlo ahí. Cuando estuvo de humor para ello, había decidido cavar un agujero, pero ahí fue cuando el hombre volvió a la vida.
—¿Estás lleno? ¿Quieres un poco más? —Shen Ying sacó otra zanahoria que la Reina Conejo le había dado.
Yi Qing ansiaba contestarle, pero su cuerpo estaba pasando por demasiado dolor; causado por el rejuvenecimiento de los meridianos de su cuerpo, algo que ninguna persona normal podría tolerar. Además, era incapaz de bloquear sus cinco sentidos, que habían sido suprimidos por el aura demoníaca, y esto aumentaba enormemente su sufrimiento. Después de resistir por diez respiros, finalmente volvió a desmayarse.
—¡Oye! ¿Estás bien? —al notar que el hombre de repente había dejado de moverse otra vez, Shen Ying tocó la zanahoria con su dedo. —¿No me digan que es alérgico a las zanahorias?
(⊙ o ⊙)
—Debería comprobar su respiración… Oh no, ¡De nuevo no está respirando!
Shen Ying dio un suspiro lleno de desesperanza.
¡Todo el esfuerzo había sido desperdiciado!
○| ̄|_
Yi Qing despertó más tarde por cuarta vez. Y sí, todavía se encontraba tirado en el piso. Para ese momento, los meridianos en su cuerpo entero se habían restaurado; sólo que no podía activar su Qi Espiritual, ya que su cuerpo no se había librado completamente del aura demoníaca. En cuanto a la muchacha de gris, todavía estaba cavando el agujero.
-_-|||
Era el mismo hoyo, salvo que ahora en vez de llegar a la cintura, la profundidad había alcanzado su cuello.
—¿Señorita? —se sentó, incapaz de quedarse quieto más tiempo.
La muchacha, que cavaba en el hoyo muy concentrada, dejó de trabajar y se volteó. Hubo un momento de silencio. —¡Eh! ¿Entonces no estabas muerto después de todo? —frunció el ceño y suspiró antes de salir del hoyo usando sus manos y pies. Mientras subía, seguía quejándose, —Me deberías haber dicho antes. Llevaba mucho tiempo cavando.
Yi Qing la ayudó a salir del agujero. Volteó para mirarla, de manera inconsciente le preguntó, —Señorita, quiere decir que…—no podía evitarlo, pero seguía con la sensación de que esta vez estaba aún más decepcionada.
La cara de Shen Ying parecía retorcerse un poco. Tosió y con una expresión seria contestó, —No es lo que piensas. Hace rato, el tipo de negro causó muchos agujeros en el patio. Pensaba nivelarlos.
—¡Pero estabas cavando un agujero ahora! —Yi Qing lucía más desconcertado.
—¡Sí! —prosiguió, —Pero sin cavar, ¿De dónde saco la tierra para nivelar los agujeros?
—…
Por un momento, Yi Qing quedó perplejo. Tenía la sensación de que había algo incorrecto en esa lógica. Pero no le dio más vueltas al asunto, y se volteó para quedar enfrente de ella. Haciendo una respetuosa reverencia, dijo, —Soy Yi Qing. Muchas gracias por salvar mi vida.
—¿Qué? —Shen Ying estaba confundida. ¿Cuándo lo salvó?
(⊙_⊙)
—¿Puedo saber el nombre de mi benefactora?
—Shen Ying.
—Señorita Shen, no sé cómo retribuirle por salvar mi vida. De aquí en adelante, si tiene algo que pedirme, lo realizaré mientras no viole ninguno de los derechos humanos.
—No es necesario. En verdad no hice nada.
—No, esta deuda se debe pagar, de otra forma iría en contra de mis valores del Dao. Por favor dígame su petición, mi benefactora.
—No tengo nada que necesite hacer…—pensaba por un momento antes de pasarle la pala, diciendo, —Tal vez me puedas ayudar a llenar el agujero. Pasé diez días cavando, fue muy aburrido.
—¡Sí! —encantado, Yi Qing tomó la pala, para contestar, —No la decepcionaré en lo absoluto.
—Ehm… bueno, mientras estés feliz. Volveré a casa para lavar mis manos.
—¡Por favor tenga cuidado, mi benefactora! Volvió a hacer la reverencia.
Fue entonces que Shen Ying volvió a la cabaña.
La fuerte constitución corporal de Yi Qing era exactamente lo que definía a un Cultivador de Espada. Aunque el aura demoníaca en su cuerpo no se había removido completamente y no podía manejar hechicería, llenar un agujero estaba definitivamente dentro de sus capacidades. En poco tiempo llenó todos los agujeros en el patio, incluso el hoyo de casi dos metros de profundidad que Shen Ying había cavado.
Justo cuando estuvo a punto de reportarse a su benefactora, una gran corriente de Energía Yin lo envolvió; sintió como si estuviera en una cueva del hielo. Su cuerpo se preparó inmediatamente para la batalla. ¡Era un aura demoníaca! ¡Una muy fuerte!
—¿Quién eres? —invocó su arma al voltear hacia el origen del aura demoníaca.
Una figura enorme, blanca con orejas largas, labios rojos y boca de conejo llegó saltando desde el bosque. Era un demonio conejo, su cuerpo entero proyectaba un aura demoníaca casi palpable. Estaba por lo menos en la octava etapa, no… quizás aún más alto Un aura demoníaca de un increíble nivel…¡De seguro era un Rey Demonio!
Yi Qing inmediatamente se sintió impotente. No esperaba encontrarse con un Rey Demonio. No obstante, el hecho que no había recuperado su Qi Espiritual, aun si estuviera en su máximo nivel con su cultivación de Corazón Dorado, no tenía posibilidad alguna de derrotar a aquel Rey Demonio que era tan poderoso como un cultivador de Alma Naciente.
Aunque los Cultivadores Inmortales siempre llevaban a cabo hazañas que iban en contra de la voluntad del cielo, él se había preparado para la muerte en el momento que decidió emprender este camino. Pero en este momento, su preocupación era la persona en la cabaña. ¿Su muerte no importaba, pero y su benefactora? No podía dejar que nada la pusiera en peligro antes de que su deuda quedara saldada.
Con aquello en mente, caminó hacia adelante, sosteniendo fuertemente la espada en su mano. Tenía que proteger a su benefactora incluso a costa de su propia vida. Pero cuando trató de activar a la fuerza su Qi Espiritual, su cuerpo inmediatamente sufrió una reacción adversa, a causa del aura demoníaca dentro de él y su boca fue invadida por el sabor a sangre.