Fang Fang estaba completamente aturdida mientras miraba con incredulidad todo lo que tenía delante. Incluso Lonemoon y Yi Qing tenían sorpresa en sus ojos. Ese lugar estaba lleno de bestias demoníacas e hierbas espirituales. En un mundo sin ningún Qi Espiritual, ¿de dónde venían?
—¿Qué les parece mi Jardín de Criaturas Preciosas? —el Terrateniente dijo con alguna intención de alardear.
—De hecho, deja una gran impresión —Lonemoon continuó la conversación educadamente.
—Estas aún son las más pequeñas —continuó—: ¡Síganme adentro!
Continuó caminando hacia adelante. Cuanto más profundo iban, más veían. Lonemoon miró con cuidado; incluso las hierbas espirituales de alrededor se habían vuelto de cuarto y quinto nivel. Comparadas con las iniciales de primer y segundo nivel, podían ser consideradas como hierbas espirituales intermedias, pero no se podía sentir ni una pizca de Qi Espiritual.