Antes de cada gran decisión, Huo Chong entraba en su estudio y leía los antiguos rollos que había coleccionado durante muchos años.
Allí, Huo Chong miraba a su hijo con calma y preguntó: —Eventualmente, te heredaré mi posición. En esta posición, debes considerar todo desde la perspectiva de las ganancias.
Mientras él hojeaba los antiguos rollos en el escritorio, dijo: —Actuaré cuando la recompensa sea lo suficientemente grande. Sin embargo, Pang Rulie me está pidiendo un favor esta vez, y no podemos estar acceder a su pedido tan fácilmente.
—¿Qué haremos? —El joven que estaba delante de la mesa preguntó—: Papá, ¿no hemos estado haciendo planes para lidiar con la pequeña tienda?
Justo como Pang Rulie dijo, la pequeña tienda única poseía todo tipo de juegos novedosos y tenía un misterioso cultivador que lo custodiaba. De hecho, Huo Chong había monitoreado esa tienda por algún tiempo.
