—Estamos aquí, ¡ahí está! —Un cultivador como Bai Lang tenía muchos amigos, entre ellos Zhan Yan y Zhou Hongying, quienes estuvieron con él la última vez.
Hoy vinieron los tres, y trajeron a cuatro personas más con ellos: Tres hombres y una mujer.
—Bai Daoísta —Un cultivador más joven en blanco miró hacia la dirección que Bai Lang señalaba y preguntó—: Esta es el área civil, ¿verdad? Además, esta tienda no se ve tan bien. ¿Por qué querrías venir aquí?
Aunque la tienda de Fang Qi tenía más de 50 computadoras, era diferente a los cibercafés que frecuentaba antes de venir a este mundo. Esos lugares tenían cuartos privados y cabinas. La configuración actual proporcionaba filas y filas de asientos para ahorrar espacio, y no era nada en comparación con esos establecimientos a gran escala.
