—¡Oh! ¿Son estas personas los nativos bárbaros débiles y estúpidos de los que nos hablaron? —para la audiencia en la plaza Paloma Blanca, la guerra ya había terminado.
El hechizo espiritual de proyección visual se había desactivado ya que no podían mostrar la frenética retirada de tropas de dos grandes familias al público.
—¡Oh! ¿No dijeron que estas personas son sucias y despreciables y viven en una nación ignorante? —estupefactos, los miembros de la legión de caballeros Grifo Dorado descubrieron que lo que escucharon no coincidía con lo que vieron.
Vieron magníficas figuras vestidas con túnicas blancas en lugar de armaduras en la tierra lejana y antigua. La sangrienta figura maníaca que, avanzando en la vanguardia de la batalla, el milagroso espejo divino, los enormes cañones de rayos y la figura vestida de blanco que obligó a decenas de miles de personas a retirarse con una espada…