—Superior Gu, ¿¡cómo es que tu base es dorada!? —Zong Wu echó un vistazo y pensó— Todavía estoy tratando de descubrir cómo usar el arma, pero la base del superior Gu ya se ve tan grandiosa y majestuosa.
En el centro de la pantalla de Gu Tingyun había un enorme edificio piramidal de pie con orgullo en el páramo. La luz azul pálida fluía sobre las placas de metal en la superficie del edificio, mientras que el cristal de energía en la parte superior brillaba luz espiritual azul. Todo el edificio se veía hermoso de una manera exótica.
De pie ante él, los humanos parecían pequeños. El enorme edificio era impresionante cuando uno lo miraba desde cero o desde el cielo hacia abajo.
En la distancia, uno podía ver un vasto páramo y el cielo azul oscuro con tonos de rojo. Las violentas ráfagas barrieron el polvo en el suelo como las olas del océano, y pocas plantas crecieron en el suelo. Obviamente, el clima y el medio ambiente en este lugar no eran agradables.
