Gu Tingyun, un anciano que había planeado pasar sus últimos años con ocio, se levantaba cada mañana para beber rocío de la mañana y consumir el sol de la mañana antes de cultivar su técnica para un ciclo. Luego, miraba las nubes que subían del valle.
Detrás del pino verde en el borde del acantilado había una elegante cabaña; en la mesa de piedra ante la cabaña había una taza de té. Era la vida de un ermitaño.
Pero ahora…
De pie en la niebla mientras sostenía una antigua espada en la mano, formó un hechizo de espada con una mano y cantó: —¡Técnica de control de espada! ¡Arriba!
Estaba en silencio.
—¡Técnica de control de espada! ¡Arriba!
La punta de la espada se estremeció ligeramente.
—¿Es porque no puse suficiente esencia espiritual en ella?
Él reunió más esencia espiritual. —¡Arriba!
Una fuerte espada de energía se disparó en el cielo.
Wang Xie que acababa de llegar a la puerta se sorprendió.
¡Estaba hecho!
