—¿Un arma cuesta 1.000 cristales? —Chen Feng se sorprendió ya que el negocio de la familia Chen cubría la venta de artefactos espirituales y armas.
Estas cosas eran los cimientos de familias poderosas.
Y lo que es más importante, le impresionó que este hijo suyo, bueno para nada, pudiera hacerse amigo de las grandes figuras del Palacio Daoísta de Liuyun y de la Facción del Océano Nuboso en esta tienda.
Había pensado que esta pequeña tienda tenía grandes figuras detrás, y fue boicoteada porque tenía conflictos con Huo Chong y otros. Había investigado un poco y no se lo pensó mucho después de saber que era sólo un negocio de entretenimiento.
Ahora, comenzó a pensar que esta tienda no era lo que él había pensado.
...
Después de leer el libro tres veces en un solo asiento, Dong Qingli lo dejó a regañadientes, saboreando su contenido.
—¡Es realmente increíble! —Dong Qingli exclamó:
