Tang Xiu sonrió un poco y le dio un vistazo a Yu Hong que estaba nerviosa y avergonzada, cuya cabeza casi estaba hundida en el fondo de la mesa. Luego asintió casualmente y dijo sonriendo: —Prestar una mano para darle un final feliz a un romance es algo que naturalmente estoy dispuesto a hacer. Olvídalo, deseo que tengan una buena vida en el futuro.
En este momento, Ji Mu también llegó al segundo piso. Changxi puede ser su territorio, pero después de que se paró ante Tang Xiu, todavía dijo con una expresión respetuosa: —Hermano Tang, lo que dijiste me iluminó. No sabía que visitabas Changxi, así que descuidé mi parte como un buen anfitrión para entretenerte bien. Me disculpo por eso.
—Si algo, solo estoy aquí por asuntos personales, así que hay necesidad de ser tan formal. —Tang Xiu sacudió la mano —De todos modos, ya aceptaste a tu esposa y también pronto tendrá a tu hijo, así que mejor llévala a casa a descansar.
