Tan Xiu estrechó la mano de Mo Yi con cortesía y dijo sonriendo: —Profesor Mo, escuché mucho de usted. He hablado con el Tío Yuan antes y lo tiene en muy alta estima.
—Romperé su pierna si se atreve a decir cosas malas de mí. —Mo Yi le dio un vistazo a Yuan Zhengxuan y respondió con una sonrisa—. Sin embargo, los productos que quiere desarrollar ahora están terminados, y también dieron bueno resultados. ¡Así que todos se sienten horrible ahora que no nos necesita y solo quiere despedirnos!