Los investigadores en su instituto de investigación eran iguales a papas calientes para Yuan Zhengxuan. Estaba en conflicto entre abandonar su conciencia y no abandonarlos, pero tenía poca utilidad para ellos en el futuro. Era precisamente en mitad de tal dilema que llegó la proposición de Tang Xiu, y eso lo satisfizo mucho. No citó un precio, pero en cambio puso una condición.
—¡Por favor dígala, Tío Yuan!
Tang Xiu lo observó, con cautela. Sabía que el mundo no daría nada gratis. Yuan Zhengxuan no estaba dispuesto a venderle y transferirle el equipo de investigadores, así podía significar que la condición que pondría no sería fácil de completar.