Un sabio dicho decía que un Viejo que aún no había muerto no tenía respeto por los demás. Tang Guosheng podría considerarse como una persona de la tercera edad, un anciano que había vivido bastante tiempo en todo el país. Su astucia ya había sido talladas profundamente en sus huesos. Puso sus dedos suavemente sobre el tablero de ajedrez, golpeándolo rítmicamente mientras hablaba con una expresión indiferente —secretario Liu, su departamento de seguridad posee un gran poder y privilegios, pero ¿qué puede probar simplemente por sospechas? soy muy consciente de la situación con respecto a Xiu'er, ya que envié a algunas personas a investigar sus experiencias de vida después de encontrarlo. No había ninguna información relativa a ningún grupo misterioso de personas.
Había una mirada vacía en el rostro de Liu Changxi, ya que inmediatamente forzó una sonrisa irónica y dijo —Mayor Tang, sé que no debería sospechar de Tang Xiu, pero...
