—Aunque rara vez juego. No estoy interesado en el juego en sí —dijo Tang Xiu mientras sacudía la cabeza.
Wang Rui sonrió —en realidad, es lo mismo para mí. No me gusta apostar, pero me gusta el desafío y me encanta sentir la adrenalina. Juego muchas cosas que desafían mis límites; Me volvería loco si no tuviera medios para resolverlo. ¿Sabes qué? ese japonés es un poco tímido.
¿Cobarde?
En el interior, Tang Xiu suplicó que difirieran. Algunos de los japoneses eran de hecho tímidos y cobardes, sin embargo, también hubo algunos de ellos cuyas disposiciones eran extremas y audaces. Aunque a Tang Xiu no le gustaba esta nación y su gente, sabía claramente que incluso los grupos étnicos y las naciones despreciables también tendrían algunos puntos y rasgos buenos.
Parecía que... ¡este hombre emprendió tales acciones para tener una conciencia fuerte e inflexible!
