Tang Xiu regresó silenciosamente a la Ciudad Puerta del Sur y no molestó a nadie. Cuando fue a su habitación, inmediatamente tomó su móvil y marcó el número de Miao Wentang.
— ¿No has dormido, hermano Tang?
La risa alegre de Miao Wentang salió del teléfono.
—Aún no. Necesito hablar contigo sobre algo —dijo Tang Xiu.
— ¿Qué pasa? ¡Dime! —respondió Miao Wentang.
— ¿Estás corto de dinero en este momento? ¿y quieres poner tus manos en algo? —preguntó Tang Xiu.
—Hago. Nunca había sido así antes. Pero de todos modos, ¿qué tipo de buen negocio me están ofreciendo? —Miao Wentang respondió con una leve risa.
Tang Xiu dijo —me estoy preparando para sacar las raíces de mi enemigo personal. Me he contactado con algunas personas y ahora me estoy preparando para actuar en los próximos días. ¿Tienes algún interés en unirte?
— ¿Qué familia? —preguntó Miao Wentang.
—Los Zhangs, Ciudad Estrella —dijo Tang Xiu.
