Eran las tres de la mañana, el momento más oscuro antes del amanecer. También el momento en que los granjeros que se encontraban cerca de la colina estaban en su mayoría aún dormidos profundamente.
Pero un fuerte ruido, como si un trueno amortiguado golpeara la tierra plana, se escuchó de repente cerca del pie del Pueblo Amurallado de la Colina, despertando a los aldeanos dormidos.
Algunos aldeanos solo murmuraron medio inconsciente, se giraron y siguieron durmiendo.
Otros aldeanos escucharon atentamente y aparte de la voz rugiente de los búhos no oyeron otras voces, por lo que lentamente también volvieron a dormir.
De repente, alguien apareció sorprendentemente sobre la serpiente que había caído al suelo.
Esta persona y la serpiente habían tenido una pelea impresionante antes en el Pueblo Amurallado de la Colina. Eran Tang Xiu y la Pitón Negra.
La Pitón Negra ya había muerto en ese momento, su cuerpo se acurrucó y amontonó. Tang Xiu estaba de pie en el centro de su cuerpo enroscado, haciendo una mueca de dolor, mostrando temor en el rostro.
En el último momento de la vida y la muerte, Tang Xiu descubrió que la Pitón Negra iba a morir, por lo que ya no luchaba más. Cuando volvió los ojos, no dudó en usar el cuerpo de la Pitón Negra para protegerse a sí mismo.
Después de unas cuantas respiraciones, Tang Xiu era como una bola de masa envuelta y sólidamente empaquetada, cubriendo completamente todas las partes de su cuerpo.
En ese momento, la Pitón Negra también estaba consciente de la intención de Tang Xiu y subconscientemente quiso usar su cuerpo sólido, de roca dura y tremenda fuerza para convulsionar y convertir a Tang Xiu en carne picada.
Pero cuando la Pitón Negra estaba a punto de ejecutar este movimiento, su cuerpo ya se había estrellado contra el suelo.
La vida de la Pitón Negra ya pendía de un hilo, por lo que murió instantáneamente con el enorme impacto y no pudo volver a lastimar a Tang Xiu, su cuerpo sólido y duro de roca se agrietó y quedó lacerado.
Solo después de haberse recuperado, Tang Xiu se desató de la envoltura de la cola de la pitón y se arrastró por el suelo y se levantó tembloroso.
Al ver a la Pitón Negra aplastada y maltratada cubierta de sangre, Tang Xiu no pudo evitar sentirse muy afortunado. Si no hubiera sido porque su vida pendía de un hilo y una idea nació con desesperación para salvarse a sí mismo, podría haberse convertido en carne picada junto con la serpiente.
Después de todo, el cuerpo de la Pitón Negra era como una roca dura y sólida, mientras que su cuerpo era el de un mortal que podía colapsar de un solo golpe.
Aunque Tang Xiu finalmente sobrevivió debido a que usó el cuerpo de la Pitón Negra durante el momento crítico y cubrió todo su cuerpo, bajo una fuerza de impacto tan grande su cabeza igual recibió algunas contusiones.
Después de haber realizado un gran esfuerzo, Tang Xiu se recuperó gradualmente mientras sacaba la daga tridente y cortaba un pedacito de piel de la Pitón Negra.
"La piel de la Pitón Negra de todo su cuerpo, además de ser utilizada para elaborar un medicamento, también es suficiente para hacer tres conjuntos de ropa. Una para mamá, una para mí y la última para el gordo". Comenzó a calcular Tang Xiu después de desollar la piel de la pitón con dificultad.
"Los órganos internos de la Pitón Negra son los ingredientes principales para elaborar medicinas, pero los órganos internos de esta Pitón Negra Python son un poco grandes, no necesito mucho para elaborar el Líquido Refinador del Cuerpo. Puedo usar el resto para confeccionar licor medicinal y usarlo para recuperar el cuerpo de mamá y vender el resto".
"Parte de los tendones y los músculos de la Pitón Negra se utilizarán para elaborar el Líquido Refinador del Cuerpo, el resto para refinar algunas herramientas".
"Pero esta carne de la Pitón Negra, aunque es muy grande, es venenosa y claramente no puede ser consumida por la gente común. Parece que soy el único que puede disfrutar de esta carne".
Tang Xiu pasó las siguientes tres horas terminando de separar y apilar los materiales tomados del cuerpo de la Pitón Negra. Pero después de que se puso de pie y enderezó su cuerpo, quedó bastante aturdido.
No sabía durante cuántos años había estado practicando esta Pitón Negra, su cuerpo era como un cubo grueso y duro de unos veinte metros de longitud. Los materiales apilados de todo su cuerpo inesperadamente llegaban a su altura.
"¡No tener anillo interespacial es realmente molesto!" Tang Xiu sonrió irónicamente y miró a su alrededor. Después de haber pensado que nadie vendría tan temprano a esta zona rocosa, volvió a subir a la cima de la colina.
Tang Xiu había dejado su mochila con su teléfono celular, billetera y otras cosas antes de asar las presas.
Media hora más tarde, Tang Xiu había escalado con éxito la cima de la colina y descubrió que su mochila estaba completamente desordenada.
Las raras y preciosas hierbas medicinales, junto con algunos artículos especiales de emergencia en su mochila, básicamente habían sido destruidos mientras luchaba contra la Pitón Negra.
Una cosa que hizo que Tang Xiu soltara un suspiro de alivio, fue que descubrió que el teléfono celular, recién comprado la tarde anterior, todavía estaba intacto. La pantalla del teléfono celular era inesperadamente bastante fuerte y hasta brillaba.
Si el teléfono celular estaba roto, Tang Xiu estaba seguro de que mucha gente se sorprendería cuando enviara estas pilas de materiales de la Pitón Negra a la ciudad principal.
—Banshou, encuentra un buen camión a prueba de fugas y envíamelo. Dile a Dingzi que busque un compartimiento congelador... — habló Tang Xiu.
Banshou y Dingzi, precisamente eran los matones que acompañaban a Hei San, quien había causado estragos en el restaurante Lingjia unos días atrás. Después de que Tang Xiu los ordenara sin piedad, los siguieron ciegamente y solo le obedecían a él.
El día en que Tang Xiu había golpeado a la pandilla de Hei San en el restaurante, no soltó a estos siete matones fácilmente, sino que utilizó la técnica de restricción en sus cuerpos para evitar que rompieran su promesa de renovar el restaurante y huyeran.
Cuando la pandilla de Hei San se fue del restaurante deliberadamente ignoraron las palabras de Tang Xiu. Hei San y Lumao, Banshou y Dingzi, y los otros hicieron lo mismo.
Después de haber sido torturados por Tang Xiu, no podían esperar para esconderse lejos de él y cuanto más lejos mejor. La impresión que Tang Xiu había tallado en sus almas era demasiado profunda. Era demasiado feroz, frío, cruel y despiadado, además de tener una fuerza tan formidable que hacía que ni siquiera tuvieran la oportunidad de resistirse.
Hei San y los demás pensaron que mientras encontraran un lugar para esconderse, era imposible que Tang Xiu los encontrara. Pensaron que estarían bien siempre y cuando no hicieran ningún problema con el restaurante Lingjia.
Por temor a que Tang Xiu los rastreara y los encontrara en la compañía de Bienes Raíces Shangwen, Hei San y los demás no se atrevieron a volver y solicitar la mitad restante de la recompensa.
Por lo que sabían de antes, Tang Xiu solo paseaba un rato por la entrada del restaurante antes de irse y al parecer pensó que estaban indefensos. No pudieron evitar sentirse felices y pensaron que habían tomado la decisión correcta.
Solo después de que cayera la noche, cuando estaban juntos en su lugar de reunión, Hei San y su pandilla lamentaron sus moretones.
El dolor agudo y severo golpeó a Hei San y su pandilla casi al mismo tiempo. Incluso fueron al hospital a buscar al médico para curarse y se sometieron a un chequeo completo, solo para descubrir que su cuerpo no tenía nada de malo, entonces no tenían por qué o cómo sufrir esos dolores.
Cuando Hei San y los otros se preguntaron sobre su condición, se dieron cuenta que estaban todos igual. Estos dolores agudos definitivamente estaban relacionados con Tang Xiu y él era el único que podía liberarlos.
Como ninguno de los siete no pudo curar el dolor y ya era medianoche, no tuvieron más remedio que reunirse frente al restaurante Lingjia.
Naturalmente, también era imposible que Tang Xiu los esperara en medio de la noche. Solo durante la mañana siguiente, Tang Xiu llegó tranquilamente al restaurante, los severos y agudos dolores habían torturado a Hei San y su pandilla durante toda la noche.
Al ver a Tang Xiu, Hei San y su pandilla fueron como los hijos que ven a sus padres y se inclinaron rogándole que los liberara del dolor. También expresaron su remordimiento y arrepentimiento, también la promesa, mostrándose sinceros y honestos.
Tang Xiu rio y sonrió. No hizo las cosas más difíciles y les ayudó directamente a detener el dolor. Luego dejó el mensaje —Sean buenos renovando el restaurante— y se fue rápidamente, dejando a Hei San y su pandilla de pie frente al restaurante mirándose.
Pero Hei San y su pandilla no se atrevieron a ignorar las palabras de Tang Xiu esta vez, ni se atrevieron a burlarse o hacer trampa.
Hei San y su pandilla, básicamente, se dañaron el cerebro esforzándose en la renovación del restaurante para satisfacer a Tang Xiu, querían que el dolor se fuera por completo.
En solo dos días, Hei San y su pandilla habían reconstruido completamente el restaurante Lingjia.
Les costó casi seiscientos mil yuanes. No solo gastaron más que lo que Tang Xiu había pagado a Bienes Raíces Shangwen, sino que también tuvieron que vaciar sus propios ahorros.
Esto fue así porque el dolor causado por una técnica de restricción era realmente insoportable. No solo devastó el cuerpo, sino que también torturó sus almas. Nunca más querían sufrir dolores así.
Tang Xiu estaba muy satisfecho con la eficiencia y la calidad del trabajo de Hei San y su pandilla. Eliminó la técnica de restricción en Banshou, Dingzi y los otros, incluso curó directamente las lesiones en su cuerpo personalmente.
Pero Hei San y Lumao fueron las excepciones, Tang Xiu solo levantó la restricción, pero se negó a curar sus heridas. Tang Xiu dijo que ya tenían mucha suerte de estar vivos, por lo que naturalmente, no debían esperar que los cure.
Sin embargo, como dice el proverbio: "Un intercambio de golpes puede llevar a la amistad". Después de haber pasado por esta lucha, el profundo temor y respeto hacia Tang Xiu quedó arraigado en las profundidades de Hei San y Lumao, tenían miedo de provocarlo. Pero Banshou, Dingzi y los demás estaban asombrados y consideraban a Tang Xiu como un hijo del cielo. Podían ver que Tang Xiu consideraba a los demás con justicia y conocía, esa es la diferencia entre gratitud y rencor. Por lo tanto, no solo no tenían miedo de Tang Xiu, sino que, de manera descarada y sin tapujos lo siguieron con la esperanza de que les enseñara un poco de artes marciales.
Pero, naturalmente, Tang Xiu era demasiado perezoso para responder a Banshou, Dingzi y los demás, aunque tampoco los alienó deliberadamente.
Tang Xiu también se dio cuenta de que al mundo nunca le faltarían figuras pequeñas como Banshou y Dingzi. Las personas como ellos a menudo eran humildes e indignas, pero una vez que estallara en un momento crítico, su fuerza podría llegar a ser más terrible que la de grandes figuras.
Antes de tener suficiente fuerza, Tang Xiu no dudó en usar estos músculos para sus necesidades.
Banshou se movía muy rápido. Eran las seis de la madrugada y él ya se había apresurado y condujo un gran camión durante media hora para llegar al lugar designado al pie del Pueblo Amurallado de la Colina.
Los otros tres matones que anteriormente causaron estragos en el restaurante Lingjia también llegaron al mismo tiempo que Banshou al Pueblo Amurallado.
—¡Jefe! Dingzi no ha venido aún porque todavía está buscando el congelador apropiado. Usted dijo que cuantas menos personas supieran sobre este asunto, mejor. Así que solo traje tres. Díganos qué tenemos que hacer— Después de ver a Tang Xiu, Banshou se acercó rápidamente e informó emocionado.
La pandilla de Banshou había estado siguiendo a Tang Xiu durante unos días, pero Tang Xiu solo les dio hombros fríos. Esta era la primera vez que Tang Xiu les pedía ayuda. Esto significaba ya no le disgustaban, lo que hacía que la pandilla de Banshou se sintiera naturalmente muy feliz.