La cálida luz del sol brilló en la Tierra y la suave brisa marina trajo una sensación de frescura. Antes del estacionamiento del Salón de fiestas eternas, un total de 50 expertos se pararon en el borde del estacionamiento de manera ordenada. Parecían solemnes y esperaban en silencio las instrucciones de Tang Xiu, mientras que Gu Xiaoxue, con su habitual vestido blanco, estaba junto a Ji Chimei. Sin embargo, había un ligero pesar y falta de voluntad en sus ojos.
— Xiaoxue, necesito que Ji Chimei me acompañe, mientras que Luz y Oscuro también se fueron, dejándote solo a ti aquí. Espera aquí hasta que resolvamos la amenaza en Isla Cementerio de Descanso. Además, la cuestión de criar y crear bestias feroces se te entregará —dijo Tang Xiu con una leve sonrisa.
— ¡Quédense seguros! Protegeré la seguridad del Maestro —asintió Gu Xiaoxue.
