—El trato es sobre tu vida. Te unes a mí y vives —Tang Xiu dijo —si te niegas, morirás trágicamente. Entonces apoyaré a otro hombre como el jefe de este lugar.
—No…
Hei Long no pudo evitar reírse mientras miraba a Tang Xiu como si estuviera mirando a un idiota. Había escuchado muchos chistes antes, pero ninguno de ellos fue más divertido que este.
—Dime, hermanito, ¿eres un estúpido? este Hei Long ha estado aquí durante mucho tiempo, y siempre obtengo lo que quiero. Este lugar es agradable y acogedor. Además, soy un tirano local. ¿Por qué demonios debería unirme a ti? por cierto ¿cuántos años tienes?
—Entonces, ¿no quieres? —Tang Xiu entrecerró los ojos.
La sonrisa en el rostro de Hei Long desapareció rápidamente. Una luz fría brilló en sus ojos mientras gruñía —vete al infierno y regresa de donde te engendraron. Este Gran Papi está de buen humor hoy. No voy a discutir contigo.
