Tang Xiu no estaba prestando atención a ningún manjar en este momento. Su mente estaba completamente ocupada con dos tipos de pensamientos. En primer lugar, quiso arrebatar la "comida" de la boca del Qilin y sacar las areniscas del cielo de la caverna. Incluso si solo podía sacar algunas piezas, era suficiente para su uso durante mucho tiempo. En segundo lugar, necesitaba ganar dinero. Y con la adición de una nueva deuda de casi 200 millones de yuanes, hizo que estuviera más decidido a hacerlo.
—De todos modos, ya he recibido tu dinero. ¿Pero puedo preguntarte algo? ¿son ustedes dos bastante ricos?
Mientras miraba las caras sonrientes de los dos hombres, Tang Xiu dirigió su atención hacia ellos. Tenía muchas cosas buenas que eran diez mil veces mejores que el Arte Secreto que se sometía a la Bestia. Pensó que mientras Shao Mingzhen y Miao Wentang pudieran proporcionar la suma, él podría venderles algo. Al menos por una suma que le permitiría liquidar su deuda actual.
