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«Este malvado juego de Descenso...» Wang Baole giró la cabeza y vio a una hermosa mujer joven de piel blanca, que probablemente tenía dieciocho o diecinueve años de edad. No era alta y estaba escasamente vestida con las mejillas sonrosadas, y mirada a Wang Baole con anticipación.
—Cómpreme, gran cultivador espiritual... —La joven chica se mordió el labio y miró a Wang Baole con ojos de súplica.
—¿Para qué te compraría? —Wang Baole estaba un poco confundido.
—¡Puedes hacer lo que quieras conmigo! —dijo la joven chica bajando la voz.
Wang Baole parpadeó y descubrió una tarjeta hecha de cristal sobre él. Le dio un vistazo y quedó perplejo. Había un número en la tarjeta, y le tomó mucho tiempo averiguar exactamente cuántos «9» habían en ella.
La joven chica tembló notablemente cuando vio la tarjeta de cristal de Wang Bale. Cuando observó a Wang Baole, tenía una mirada de miedo en los ojos.
