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Wang Baole levantó su mano derecha mientras salía corriendo e invocó a las espadas voladoras tricolor. Volaron a su alrededor emanando un aura temible. Una voló bajo sus pies, y se paró sobre la espada voladora mientras su cabello revoloteaba en el viento. En su mano izquierda y derecha habían dos espadas voladoras deslumbrantemente coloridas. Se abalanzaron hacia adelante como estrellas fugaces, disparándose hacia la distancia.
Kong Dao observó mientras Wang Baole se marchaba sin decir una palabra, arremetiendo como una fuerza de la naturaleza. Su rostro se llenó de alarma mientras levantaba la cabeza y estudiaba el mapa aéreo arriba de él. En algún punto cerca de ellos se habían reunido tres llaves y se les aproximaban. Era claro que los habían tomado como blancos. Los intrusos claramente notaron que Wang Baole se les acercaba, pero no se detuvieron y por el contrario aceleraron. ¡Era probable que sus caminos se cruzarían en media hora!
