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—¡Hermano Jin, por favor, di lo que piensas! —Wang Baole reflexionó por un momento antes de volver sus ojos hacia Jin Duoming. Sabía claramente en su corazón. No era como si fuera el padre de Jin Duoming o algo así. El tipo no le debía nada. Además, las autobiografías de los altos oficiales también enfatizaban una cosa. Había pasado mucho tiempo pensándolo y había sido recompensado por ello. La única cosa que siempre mencionaron fue... la cosa que a menudo te cuesta más en este mundo, ¡fue la cosa que salió gratis!
Estaba claro que aunque Jin Duoming había venido y ofrecido su ayuda a Wang Baole, no era sin un precio a pagar. De hecho, a Wang Baole le parecería extraño que Jin Duoming no tuviera nada que quisiera a cambio.