Wang Baole podía imaginarse a la Legión del Estanque Dorado pidiendo ayuda. Entonces, aunque no conocía los detalles, tenía muy claro en su corazón que en esta batalla… una vez que un Espíritu Inmortal se involucrara, sería prácticamente imposible para él ganar.
Así que la clave es... ¡no darle al oponente una razón para involucrarse! Mientras estaba parado afuera del Planeta Soul Rift y esperando que comenzara la batalla, Wang Baole analizó y calculó cómo se desarrollaría la batalla en su mente. Cuando al final un destello frío brilló entre sus ojos, el cosmos frente a él se deformó. A medida que se extendían las olas de perturbaciones, ¡de repente apareció una enorme grieta!