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Wang Baole no dijo una palabra después de tomar la llave. En cambio, se paró sobre la roca junto a Dugu Lin y levantó la cabeza para mirar al cielo nocturno, en donde se esparcían ondas en todas direcciones, haciendo que el mapa nocturno fuera borroso y un poco distorsionado. Esta no era la primera vez que algo similar ocurría en el cielo nocturno. Había pasado una vez doce horas antes, y era... una señal de que estaba por ocurrir la teletransportación.
—Este es el final —dijo con calma Wang Baole mientras apartaba la mirada del cielo nocturno y bajaba la cabeza para mirar a Dugu Lin, quien estaba allí acostado. Wang Baole sacudió la cabeza mientras observaba a su oponente, cuya sangre salía de su cuerpo mientras se esforzaba por levantarse. Wang Baole sacudió la cabeza, y basándose solo en sus experiencias de vida y no en las enseñanzas de las autobiografías de los altos oficiales, le extendió naturalmente una mano a Dugu Lin.
