¡Huala!
Un barril de vino se rompió en pedazos junto a la tabla. Los pedazos rotos llovieron sobre el rostro de Santo de Hierro Qi Zhongdao debido a la contrafuerza.
—¿Por qué? —Qi Zhongdao sonaba como un racimo de hielo frío envuelto por un fuego abrasador. Dijo dolorosamente—. ¿Por qué los Cultivadores de las principales sectas no entienden la importancia del gran panorama en absoluto? Mientras una secta provea un poquito de comida, millones de víctimas de desastres se salvarán, ¡así que no causarán ningún problema o serán manipulados por la Madre del Loto Blanco!
—Este es el mejor enfoque para evitar que aparezca un ejército de demonios. Ciertamente es mucho mejor que matar al mal a toda prisa después de que miles de demonios hayan aparecido, ¿no es así?
—Pero... pero no sabía que su duplicidad sería tan espantosa!
