—En general, el padre adoptivo del cultivador compañero Li Yao no mentía. Él realmente creía que debido a la limitación de su experiencia de vida. Sin embargo, como ciudadanos de la federación, debemos hacer un juicio sensato por nuestra cuenta —concluyó Xie Youxuan con mucha confianza—. ¿Una fuerza cien veces más malvada que el Imperio? ¡Realmente no puedo entender cómo podría ser eso!
Su deducción fue muy razonable. Incluso Li Yao no encontró demasiadas lagunas después de pensar por un momento. Estaba bastante bien. ¿Cómo sería una sociedad que era cien veces más malvada que el Imperio, donde las vidas ya no se consideraban mejores que las malas hierbas?
Los Cultivadores de la etapa del alma naciente susurraron y discutieron entre ellos. Estaban más o menos aliviados al escuchar lo que se había dicho justo ahora. Tenían una comprensión preliminar sobre el Imperio de los verdaderos seres humanos.
