El aura de sable, que era tan impredecible como la luz de la luna, tan imparable como una marea, y tan helada como una tormenta de nieve, penetró en su piel y desgarró su piel, sus venas y sus huesos.
Al mismo tiempo, el trueno resonaba dentro de la cabeza de Ye Changkong, ¡y fue iluminado por el rayo en su mente! ¡Él entendió todo ahora!
Li Yao nunca había confiado en la estúpida mujer. Esta fue una trampa desde el principio, ¡una especialmente preparada para él! Como el mejor francotirador del Sector de Origen del Cielo, ahora era la mayor amenaza para Li Yao con sus habilidades de tiro. ¡El chico había aprendido una buena lección ayer cerca de la Plaza Federal!
Con su retraso, sería más fácil para otros expertos rodear a Li Yao. ¡La dificultad de escapar fue docenas de veces mayor! ¡Por lo tanto, Li Yao tuvo que matarlo a cualquier costo para huir sin obstáculos!
