Li Yao se había sentido bastante cómodo durante la competencia verbal con su discípulo. No fue hasta que Jin Xinyue descartó esa pregunta que la sonrisa en su rostro se congeló.
Respirando profundamente, Li Yao respondió:
—Mi raíz espiritual se despertó cuando fui motivada por los siete Cultivadores que se levantaron para proteger a la gente común a costa de sus propias vidas en el tren de cristal al norte hasta la Gran Meseta del Desolado. Por lo tanto, siempre estaré del lado de la gente común. Tomaré la decisión que sea más beneficiosa para la gente común. Si creo que algunas políticas del gobierno federal dañarán los intereses de la gente común, ciertamente trataré de cambiarlos o detenerlos.
Los ojos de Jin Xinyue eran más claros, y su voz se volvió más firme.