Con un gran acercamiento a la guerra, aunque era medianoche, Ciudad camino celestial seguía siendo tan brillante y escandalosa como el día. Incontables naves de guerra diabólicas y grandes bestias demoníacas voladoras aterrizaban y despegaban de los puertos que rodeaban Ciudad camino celestial en medio de orejeras y chirridos. Los halcones milagrosos, las medusas fantasmas y los mosquitos plateados de Cara fantasma vigilaban los cien kilómetros cuadrados que se encontraban cerca.
Los incontables ojos del Espíritu Volador brillaban en la oscuridad como si miles de luciérnagas estuvieran flotando en el cielo de la ciudad. En cada lugar de Ciudad camino celestial, muchos pares de ojos recibían imágenes a través de las ondas cerebrales remotas. En las fotos, todos los rincones de la ciudad estaban en orden y en paz.
Repentinamente: ¡Boom! ¡Grieta!