—¡Qué!
Las pupilas de Wu Mayan se encogieron tanto que casi desaparecieron. ¡Cada poro en su cuerpo parecía haber sido perforado por una aguja helada! Aunque protegido por dos capas de armadura, ¡aún sentía el miedo más profundo a los huesos!
El traje de batalla de lobo verde se había ido. ¡Un hoyo gigante de casi diez metros de diámetro apareció donde su maestro había estado de pie, como si hubiera sido bombardeado por un cañón! ¿Fue esto causado cuando el Maestro pisoteó el suelo?
No fue hasta este momento que las explosiones de sacudidas de la tierra le alcanzaron. Aunque se filtra tanto por la Extensión Inigualable como por el Traje de Guerra de Fuego atronador, los ruidos todavía le hacen doler los oídos. Wu Mayan levantó las manos para resistir el ataque por intuición.