A diferencia de lo que Li Yao había imaginado, el 'Continente Oscuro' no estaba oscuro en absoluto. Por el contrario, la luz del sol durante el día fue aún más deslumbrante. El cielo era excepcionalmente claro, hasta el punto de que se sentía irreal, como si uno pudiera ver las estrellas parpadeantes a través de la cúpula.
Hace cinco mil años, este había sido el lugar para soportar la primera ola del ataque apocalíptico. Casi todas las huellas de la civilización habían sido aniquiladas. Hasta donde alcanzaban los ojos, la desolada tierra era como una remota estrella extranjera, con todo tipo de terrenos que estaban más allá de la imaginación de nadie.