El resto del juego fue muy entretenido, aunque ya no hubo suspenso. Ver el KALLIMA fue como ver un espectáculo espectacular de Danza de escala de pescado, en el que barría curvas exóticas y elegantes una y otra vez para cortar en los huecos del viento y las piedras tratando de alcanzar al ALKAID. Sin embargo, el ALKAID parecía un general irracional al que no se le podía hablar con sensatez cuando estaba en el lado ganador.
El Súper cohete mantuvo la velocidad subsónica y suprimió a su oponente todo el tiempo. Los dos pilotos mostraron sus mejores habilidades de conducción. Los dos vehículos en los que se encontraban también mostraban el límite del rendimiento del súper transbordador que deslumbraba a toda la audiencia.