— No.
Helian Lie dejó escapar un grito desgarrador mientras la sangre roja espesa de su cuello se extendía por todas partes, tragándose instantáneamente toda su cara. ¡Mientras su rostro alternaba entre pálido y enrojecido por turnos, sus rasgos faciales se retorcían por completo como si hubiera sido aplastado como un tambor roto!
Sintió como si las estrellas bailaran ante sus ojos, como si alguien estuviera tocando los tambores junto a sus oídos, ¡como si todos se estuvieran riendo de él!
Sus sienes palpitaban como si dos enanos estuvieran a punto de perforarle las sienes. Todo su cuerpo estaba temblando, apenas capaz de permanecer de pie.
—¡Li Yao! Li Yao! ¿¡De dónde vienes!? ¿Un cociente de desarrollo de raíz espiritual del 92%? ¿Un centenar de puntos más que yo? ¡Es imposible! ¡Es absolutamente imposible! ¡Debe haber un error!