La gran masa de comida que tragó la ballena se transformó completamente en energía pura, alimentando infinitamente el cuerpo de Li Yao. La energía hizo que cada célula seca de su cuerpo se llenara una vez más con fuerza y brillo con una vitalidad próspera.
— Estaré cultivando como loco por este mes próximo. Me esforzaré en recuperarme a mi estado pico. ¡Asistiré absolutamente a los exámenes de ingreso de este año con todo mi esfuerzo!
Li Yao le dio un puñetazo fuerte. Un sonido de desgarro de seda sonó de repente en el aire. Una leve ondulación blanca se extendió desde su puño, ondulando lentamente a través de él. Esta ondulación blanca hizo que los ojos de Ding Lingdang parpadearan.
—¿Estás seguro de que puedes probar en las Nueve Élites?
Li Yao guardó silencio por un momento y apretó su puño con más fuerza.