Una vez que el grupo se calmó, Sheyan encontró una excusa para 'arreglar algunos asuntos' con Reef. Los demás no se atrevieron a preguntar y solo les pidieron que estuvieran a salvo.
En verdad, el dúo partió en busca del tesoro enterrado por Melody. No era que Sheyan no confiara en los elfos de Melody, sino que las implicaciones de este asunto eran tan grandes, que cuantos menos lo supieran, mejor.
En la oscuridad de la noche, el dúo atravesó el bosque de pinos, mientras los copos de nieve llovían repetidamente y se infiltraban en sus cuellos. La sensación de escalofrío les hizo temblar con frecuencia, como si alguien los estuviera despellejando vivos.
"Fuimos realmente patéticos la vez anterior". Sheyan intentó iniciar una conversación para sofocar la escalofriante sensación.
Reef se estremeció cuando respondió.
"Si nos encontramos con Lurtz ahora, todavía estaremos en una profunda mierda".
Sheyan estornudó y respondió.
