Ante la pregunta del hermano Negro, Sheyan se rio y respondió.
—¡Naturalmente, ya que he arrebatado consecutivamente los artículos que esos gitanos tanto deseaban! En realidad, conociendo la personalidad de esas viejas arpías pervertidas, definitivamente habrían comenzado una guerra de ofertas contra mí. En cambio, su reacción fue ceder.
—Eso indudablemente nos lleva a dos posibilidades. O bien no tiene dinero, lo cual podemos eliminar ya que al final compró varios artículos; ¡o bien tiene un método para obtener esos artículos sin gastar dinero en efectivo! Por lo tanto, me permitió ser complaciente con mis ofertas exitosas.
—Antes de dejar la subasta, me di cuenta de que esa mujer me había estado mirando fijamente. Después de eso, me inspeccioné cuidadosamente y descubrí esto en mi manga.
