Como la parte contraria tenía una idea errónea de que los "humanos eran desastrosos en el combate cuerpo a cuerpo", Sheyan no quiso corregirlos. En vez de eso, simplemente gritó alarmado mientras levantaba su simbólica escopeta de grado blanco, lanzando ráfagas de balas hacia afuera.
Basado en su físico y su defensa; incluso si los Na'vis decidían adoptar ataques a larga distancia, era simplemente imposible matarlo con unas pocas flechas.
Rayos de disparos ardientes resplandecían por el cielo nocturno. Mogensha seguía fumando su cigarro inclinado, mientras que su rifle vibraba violentamente. Evidentemente, 2 o 3 balas se salieron del objetivo y fueron hacia el cielo.
Sheyan estaba observando esas chispas de bala claramente desviadas y estaba a punto de burlarse de Mogensha; no esperaba que esas balas perdidas golpearan contra varias ramas superiores, y crearan una pequeña explosión. Instantáneamente, ramas pesadas se derrumbaron junto con la lluvia.
