Sheyan se dio la vuelta, solo para ver a un tipo de pelo dorado que parecía estar a mediados de los treinta años de edad, de pie a su lado. Usando una chaqueta de cuero por fuera, tenía una camiseta elástica negra por dentro; sus músculos sobresalían claramente. Sheyan lo reconoció, se llamaba Bao Tianshen. Le encantaba que los demás lo llamaran hermano Baoyu (Abalone). Era uno de esos tipos despreciables que no trabajaban sin dinero, y si había dinero, no trabajaba de todo corazón.
Sheyan no tuvo tiempo de discutir con él, contestó en voz baja.
—Hermano Baoyu, tomemos un trago la próxima vez.
Después de hablar, procedió a salir. En vez de eso, Baoyu tomó un vaso de cerveza y obstruyó a Sheyan, exponiendo sus amarillentos dientes mientras se reía.
—Oí que le ofreciste a ese Fan Tong (Tazón de arroz) 30.000 dólares por encontrar a tu padre... ¿Y qué hay de tus otros hermanos?