Jun Mengchen y Qin Ta comenzaron a intercambiar golpes.
Los ataques de Jun Mengchen siempre habían sido incomparablemente tiránicos. Se transformó en un rey supremo y tomó prestado el poder del rey fantasma detrás de él, haciendo que cada golpe que desatara tuviera el poder de sacudir los cielos y la tierra.
Qin Ta era un experto de Heavenly God Race y poseía el talento innato de su raza. Su cuerpo se expandió a más de diez metros cuando un alma astral del dios celestial de mil pies apareció detrás de él. Se elevó en el aire y cada uno de sus ataques hizo que el espacio temblara y colapsara ante su poder.
En este momento, la fuerza ilimitada descendió sobre Jun Mengchen, pero con un solo rugido de rabia, una luz divina sin fin brotó de él. Su rugido sacudió al mundo entero, provocando que corrientes caóticas de qi se manifestaran en una tempestad que destrozó todo, bloqueando el ataque de Qin Ta.