Un profundo anhelo se reflejó en los ojos del Maestro de Driftsnow. Estiró su brazo izquierdo, Pei Yu continuó su camino hacia adelante y caminó directamente hacia la palma del Maestro de Driftsnow.
"Nunca pensé que después de tantos años, todavía habría gente que me recordara". El Maestro de Driftsnow retrajo sus manos. Para él, el viaje de mil millas no era más que un estiramiento de manos.
Pei Yu estaba parado dentro de su palma, extremadamente cerca de ese hermoso semblante. Sus ojos se enrojecieron involuntariamente mientras las lágrimas fluían de ellos.