La segunda oleada de expertos de la Mansión Marqués de la Montaña del Este fue aún más fuerte y aterradora que la primera. Una luz fría brilló en sus ojos al ver el suelo plagado de cadáveres, sus corazones se estremecieron cuando miraron a Qin Wentian y Mo Qingcheng.
Los dos se paraban sobre la espalda de un Ave Bermellón con dos filas de bestias demoníacas escoltándolos a ambos lados. Solo la palabra 'impactante' era suficiente para describir tal escenario.
Qin Wentian se aferró con fuerza a la Alabarda Demonio Escarlata en sus manos. Miró hacia adelante y dijo fríamente:
—Muerte a los que me bloqueen.
—¡BRUM! —olas de presión imponente estallaron, los expertos de la segunda oleada lanzaron simultáneamente su terrorífica aura. Una gran espada salió, deteniéndose justo ante Qin Wentian, mientras una fuerte voz hacía eco:
—Detén tus pasos. No te mataremos, el marqués llegará pronto.