En una sala de estudio dentro del Clan Zong, un hombre de mediana edad estaba sentado en silencio, estudiando un pergamino con la cabeza baja.
No muy lejos de él, se podía ver la silueta de un joven de pie pacientemente. Este joven no era otro que Qin Wentian. Zong Qian cumplió su promesa e hizo las presentaciones primarias, adquiriendo la oportunidad de un encuentro entre Qin Wentian y el señor del clan del Clan Zong.
Después de varios momentos, el hombre de mediana edad inclinó lentamente su cabeza. Había rayas blancas mezcladas con negras en el pelo a ambos lados de sus sienes. Exudaba un aura reservada, pero dentro de ese tranquilo y calmado porte, Qin Wentian podía sentir una aterradora agudeza escondida en su interior.
Una sola mirada suya parecía poder penetrar hasta el fondo del alma de Qin Wentian.