Los dos guerreros de rango violeta dorado proyectaron un aura abrumadora con sus lanzas extendidas apuntando a Qin Wentian.
El semblante de Qin Wentian se puso rígido, no sabía qué Mandatos habían comprendido estos dos guerreros. Solo podía esperar que la dama de la suerte le sonriera y sus Mandatos no fueran demasiado anormales.