Después de que Qing'er habló, se movió hacia el enemigo Soberano Profundo Celestial. Después de sentir el aura exudada por Qing'er, la otra parte no se atrevió a subestimarla, ni siquiera un poco. Él maldijo silenciosamente en su corazón, preguntándose qué problemas había creado esta vez este inútil segundo joven maestro. ¿Cómo podría haber ofendido a alguien que tenía la protección de un Soberano Profundo Celestial?
Este inútil segundo joven maestro verdaderamente… no tenía esperanza. Tal vez se debía al apoyo que su linaje le había brindado, haciendo gradualmente que su carácter se volviera así, alguien que crea problemas en todas partes. Muchos en el Clan Hua secretamente lamentaban que si Hua Xiaoyun tuviera solo la mitad de la capacidad de su hermano mayor ya estarían satisfechos.
