Tras la conversación de Tysam con su maestra la cara de Aeris permaneció sombría durante tres días.
Obviamente la idea de que intenten llevarse a su Preciado hijo antes del tiempo previsto no la hacía alegre.
Pero después de escuchar las razones de Tysam entendió que impedirlo sería injusto para su discípulo, y como dice el dicho "Maestro por un día, padre para toda la vida."
Técnicamente tanto Tysam y Xanis era sus discípulos formales y con el tiempo había llegado a tenerles estima. Así que no podía interferir con su desarrollo o sus objetivos.
Sin embargo, esto no impedía que pudiese desquitarse. Como condición para llevarse a Astalris, Aeris impuso diferentes pruebas a Tysam para probar su fuerza de voluntad y la determinación que tenía para ser Jefe de un Clan y ganar la competencia.
Claro que estas pruebas sonaban bien para el oído y que si alguien externo las escuchase hasta podrían sonar heroicas. Pero en realidad solo eran trabajos extenuantes para Tysam.
-"Maestra al menos podrían ser pruebas reales, cualquier persona entiende claramente que te estás desquitando.-", dijo Tysam entre lágrimas mientras hacia todo el esfuerzo posible por no vomitar mientras permanecía colgado boca abajo de un árbol completamente amarrado.
Emilia, Xanis y Astalris solo podían ver desde lejos con lástima a Tysam.
Todos tenían sentimientos de piedad por él pero ninguno tenía pensado ir a a hablar con Aeris. En el mejor de los casos Tysam conseguiría un compañero colgado a su costado para no aburrirse.
Xanis lo miró sentimentalmente y murmuró, -"Hermano, en tu próxima vida nos volveremos a encontrar, lo prometo.-"
Tysam quiso vomitar sangre al escuchadlo, -"Aún no estoy muerto ¿Sabes?"-, se dijo asimismo desconsolado.
Los días pasaron y llegó el día de la partida.
Los dos jóvenes, Tysam y Krenalis se encontraban en el patio listos para partir. El único problema era que Aeris se negaba a soltar a Astalris.
Finalmente tras hacer jurar a todos que protegerían a toda costa a su hijo por fin lo soltó.
-"Pero es él quien probablemente nos proteja durante el viaje.-", pensaron los tres hombres en silencio.
Ellos chicos se despidieron y Astalris le entregó los nivele más avanzados del estilo que Emilia entrenaba para que en su ausencia los practica.
Al fin y al cabo Emilia debía regresar a su Escuela de Magia, su largo descanso sabático debía terminar.
Al recibir las técnicas y algunos tesoros para su cultivación de parte de Astalris, Emilia solo pudo inclinarse profundamente y agradecer la amabilidad de su joven maestro.
Astalris simplemente sonrió y la compañía partió rumbo a la capital del reino.
El plan actual consistía en seguir la ruta programada hacia la capital, en donde Krenalis daría su examen para alcanzar el Nivel de Herrería Artesano. Luego se moverían a la sede actual del Clan de los Guerreros del Sol que se encontraba a unas semanas del camino a la Academia del Dragón Celestial y luego Astalris procedería a la Academia.
El camino era largo así que debían viajar en carrera privada o en una caravana de mercaderes.
No era que los Ith'laris no pudiesen pagar su propia caravana o transporte, sino que el hecho de viajar con guardias o que públicamente se conozca que el hijo, dos discípulos y esposo de la Nueva usuaria de Nivel Rey del reino no era una buena idea en el actual momento. Aeris aún no había consolidado su poder en el reino y el clan Ith'laris aún que con buen pie comenzaba en los negocios no era nada comparado con los clanes que tenían cientos de años de herencia.
Astalris por un momento evaluó utilizar a los lobos del Gran Can como medio de transporte ya que eso les ahorraría muchísimo tiempo, pero luego fácilmente descartó la idea.
El tema de su vinculación con el Gran Can seguía siendo un secreto. La única razón por la que optó por utilizarlos tiempo atrás en la Mansión de los Siete Placeres era que hacer al haberse determinado la conexión entre el Culto de Sangre y la Secta Demoniaca de Kurno, él había conseguido la excusa perfecta para su actuación. Dado que el odio inmenso que el Gran Can sentía por la Secta Demoniaca de Kurno no era un secreto, el ataque tenía mucho más lógica.
Inclusive no hace algunos cientos de años el Gran Can aún tenía la costumbre de materializarse en el plano terrenal para mandar a sus legiones a cazar y destruir bases de la secta. Motivo por el cual la secta empezó a utilizar clanes de ramas secundarias, que a simple vista no tenían relación alguna pero en el fondo se movían a su voluntad, como el Culto de Sangre.
Finalmente todos optaron por utilizar disfraces y maquillaje, fue sencillo dado que aparte de Krenalis las caras de todos los demás no habían sido vistas en muchas oportunidades. Siendo que incluso en sus pocas apariciones sólo habían sido apreciadas por las altas cabezas de diferentes poderes, no los sirvientes o esclavos de una caravana.
Krenalis negoció con el líder de la caravana y lograron conseguir espacio para Los cuatro. El pago era relativamente económico y la única condición era que en caso de un ataque de bestias mágicas o bandidos debían apoyar y ayudar a la caravana a salir del problema.
Los cuatro se situaron en el penúltimo vagón de la caravana con otros mercenarios que habían sido contratados. Todos era Guerreros o magos de Nivel Intermedio como máximo. Solo el líder de la caravana y el sub líder eran ambos magos de Nivel Avanzado.
Pasaron unos días y el viaje se mantenía tranquilo. Sufrieron un pequeño ataque de monos aulladores carmesí, una bestia de Nivel D pero que atacaba en grandes manadas dándoles el poder de una bestia de rango B, pero todo fue solucionado utilizado bombas de olor fétido para espantarlos.
Muchas de las bestias tenían un extremo y magnífico sentido del olfato. Así que las bombas de olores fuertes y nauseabundos por más ridículas que sean servían efectivamente contra bestias de rango bajo.
Claro que el olor permanecía en la caravana por días y para todos era un martirio, pero era la forma más económica de avanzar.
Caravanas de mayor nivel o inversión o que llevaban algún personaje ilustre o importante preferiría luchar y perder miembros que pasar semanas oliendo a huevo podrido o excremento. Pero no era el caso de la caravana en la que iban.
Incluso Astalris que para sorpresa de todos parecía al inicio inmune al nauseabundo olor, al cabo de 6 días empezaba ya a mostrar síntomas de irritación.
De pronto los cuernos de la caravana empezaron a sonar repetidamente, significaba que la caravana estaba bajo ataque.
Se empezaron a escuchar aullidos ahogados y unas voces alertaron al resto, -"¡Son Cadáveres andantes nos atacan! Prended fuego a las fechas y preparad el agua por si los cargamentos se encienden.-"
Los cuatro salieron junto con otros mercenarios del vagón y pudieron finalmente observar mejor el campo de batalla.
Los cadáveres andantes era una bestia de rango Nivel E, carencian totalmente de inteligencia y su poder de ataque era muy limitado. Individualmente no presentaban problema alguno, hasta un guerrero o Mago Nivel Inicial podría ocuparse de ellos, pero el problema radicaba en sus inmensos números y su habilidad de no sentir dolor y continuar atacando hasta que su cráneo haya sido destruido.
Nacían de lo que eran víctimas no vírgenes de Vampiros normales o del levantamiento de sus tumbas por parte de un nigromante.
Pero una pizca de preocupación recorrió la mente de Astalris cuando vio cadáveres andantes posicionados en los árboles sin hacer movimiento alguno.
Si los cadáveres no tuviesen un amo su instinto bestial los obligaría a atacar automáticamente, pero el hecho de que estén coordinados y esperando significaba que había alguien detrás del ataque.
-"Tanto si fuera un vampiro común o un nigromante, la situación pintaba mal."-, maldijo Astalris para sus adentros.
Ambos posibles enemigos al tener una relación tan cercana con la muerta los hacía difíciles de asesinar y Astalris no contaban con ninguna arma especialidad contra ellos.
Rápidamente ordenó a Tysam y Xanis que empezara a atacar a los cadáveres. Ambos habían alcanzado el Nivel Intermedio en el estilo de la Danza de Dragones y juntos lograban alcanzar el Nivel Avanzado, lo que los hizo empezar a ganar atención entre los demás miembros de la caravana.
Por otra parte Krenalis si bien no era un guerrero ni conocía técnicas o estilos de combate, su fuerza personal y resistencia estaban al Nivel de un Guerrero Avanzado e incluso un poco más.
Con su fuerza y la carencia de inteligencia de los cadáveres fácilmente empezó a abrirse paso a martillazos.
Astalris permaneció sentado observando desde el vagón intentando ubicar al amo de los cadáveres.
Los demás miembros de la caravana no le prestaron mucha atención dado que al fin de cuentas era solo un niño. Era un poco vergonzoso pedirle que luchase.
La batalla era claramente dominante para el lado de la caravana. Los cadáveres parecían no tener sincronización o conocer el concepto de trabajo en equipo y eran fácilmente destruidos por los Guerreros y magos combatientes.
Por cada veinte cadáveres eliminados uno de los miembros de la caravana recibía una herida.
Al final la multitud de cadáveres había sido reducida en un 80 por ciento y solo habían tenido 6 bajas, cuyos cuerpos lamentablemente ya no eran reconocibles y solo quedaban de ellos un gran charco de sangre.
Los vagones y los miembros empezaban a reorganizarse mientras los mercenarios terminaban con los pocos cadáveres andantes que quedaban cuando de pronto un potente rugido se escuchó a unos metro.
Inmediatamente todos voltearon y observaron un gigante tigre del tamaño de tres hombres adultos avanzando lentamente. Su contextura era musculosa y era completamente blanco casi al punto de ser por momentos transparente.
Su enorme nariz olfateaba un olor y tras detectarlo se fijo en los charcos de sangre.
Al ver que ya no había cuerpo o carne su atención se movió a la de algunos mercenarios.
Rugió imponentemente y de la nada desapareció.
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*Pendiente de corrección
<3 amour para todos yey hoy no he salido de mi cama wiiii y no pienso salir mañana tampoco wiiii (no mentira mañana si tengo que salir tmr)