—Dame una buena razón por la que no debería matarte, aquí y ahora.
Golpe golpe
Golpe golpe
Golpe golpe
Dorian podía sentir su corazón palpitar con fuerza en su pecho, su cuerpo temblaba al sentir una abrumadora y poderosa intención asesina chocar con él. La energía, la presión, combinada con una poderosa aura que estaba detectando, todo lo que sentía había hecho que sus instintos le gritaran que huyera, que se alejara de inmediato y escapara.
La sombra frente a él no era alguien a quien pudiera manejar.
La pura fuerza de presencia de la sombra era tan absurdamente fuerte que hizo temblar el alma misma de Dorian.
«¡Cuerpo perfecto, actívate!»