—El mundo exótico de Ballians. El misterioso mundo de los sueños rotos.
Mientras Dorian subía a la cubierta del Barco volador, llevaba consigo un aura orgullosa y recta. Recurrió muy poco a la ley de la valentía, manteniéndola siempre un poco activa. El consumo de energía era insignificante, pero hacía maravillas por cómo apareció.
Dorian era muy consciente de que, si una persona quisiera ver algo, sería más probable que lo viera, incluso si no estuviera allí. Las expectativas que estas sombras tenían en él era algo con lo que contaba.
Todos pensaban que verían a un héroe orgulloso y majestuoso.
Y así fue como apareció. El impulso del aura de la ley de la valentía ayudó a construir esto. Las sombras llegaron a esto esperando algo, y eso es exactamente lo que obtuvieron.
—¡Gran héroe señor Iñigo!
—¡Gran grandeza, señor Iñigo!
—¡Emperador inmortal señor Iñigo!