—Gran Emperador de la Raza Humana, ciertamente tienes algunas habilidades... lo reconozco. Siempre y cuando entregues la mitad de esos objetos legendarios, a partir de este día, yo, el Viejo Maestro del Trueno, jamás te causaré más problemas.
Ese Gran Emperador de la Raza Humana era simplemente demasiado astuto para ser capaz de escapar del alcance de su influencia durante tantas veces.
Incluso ahora que había ido hasta allí en persona, el Viejo del Maestro Trueno no tenía mucha confianza en ser capaz de retener a ese Gran Emperador de la Raza Humana.
No obstante, había algo que el Viejo Maestro del Trueno no podía entender. ¡No podía entender por qué el Gran Emperador de la Raza Humana poseía semejantes habilidades! Era evidente que su estado de cultivo no estaba nada cerca del de ellos. No obstante, pudo escapar de ellos una y otra vez. Aquello fue algo demasiado desconcertante.
